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lunes, 21 de septiembre de 2015

Oficio genérico



Los hombres son por naturaleza indiferentes entre sí; en cambio, las mujeres son enemigas por naturaleza. Esto debe depender de que el odium figulinum, la rivalidad, que está restringida entre los hombres a los de cada oficio, abarca en las mujeres a toda la especie, porque todas ellas no tienen más que un mismo negocio. Basta que se encuentren en la calle para que se crucen miradas de güelfos y gibelinos.
Arthur Schopenhauer, El amor, las mujeres y la muerte

Entre la mayor parte de mujeres respetables, la envidia desempeña un papel muy importante. Si viajamos en el Metro, y una mujer bien vestida entra en el coche, observemos la mirada de las demás mujeres. Veremos que todas, con la probable excepción de las que van mejor vestidas, la miran con malevolencia y procuran sospechar cosas malignas. [...] Sin embargo, entre los hombres puede observarse lo mismo exactamente, con la excepción de que las mujeres miran a todas las demás mujeres como sus competidoras, mientras los hombres, por regla general, hacen esto solamente con los de la misma profesión.
Bertrand Russel, La conquista de la felicidad


domingo, 3 de mayo de 2015

Afán de fama


De todos los sueños del mundo, el más aceptado y universal es el cuidado de la reputación y de la gloria, por el cual llegamos a dejar riquezas, reposo, vida y salud, que son bienes efectivos y concretos, para seguir esa imagen vana y esa simple voz que no tiene cuerpo ni forma: 
"La fama, que por su dulce voz encanta a los orgullosos mortales y parece tan bella, no es más que un eco, ¿qué digo?, la sombra de un sueño que se disipa y se desvanece al mínimo viento". (Torquato Tasso, Jerusalén liberada, XIV, 63)
Montaigne, Ensayos, I, 41

Lo esencial para nuestro bienestar será, pues, la salud, y junto a ésta los medios para nuestra conservación, es decir, unos ingresos seguros. Honor, rango, brillo, fama, valgan lo que quieran para muchos, no pueden competir con estos bienes esenciales, ni tampoco sustituirlos; antes bien, llegado el caso pueden ser sacrificados a los primeros, sin ninguna vacilación. 
Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir


sábado, 11 de abril de 2015

Independencia material


En modo alguno creo escribir algo indigno de mi pluma si recomiendo aquí el celo por la conservación de la fortuna adquirida o heredada. En efecto, poseer bienes materiales, aun siendo únicamente los suficientes como para permitirle a uno mantener su persona y vivir sin familia,  en verdadera independencia, esto es, sin tener que trabajar, y cómodamente, es una ventaja inapreciable. Y es que  es ésta la exención y la inmunidad que preserva de las necesidades y los tormentos inherentes a la vida humana, la emancipación de toda esclavitud, ese destino natural de los hijos de la tierra. Sólo bajo ese favor del hado se nace como un verdadero hombre libre, pues sólo así es uno dueño de su tiempo y de sus fuerzas, y puede decir cada mañana: "El día es mío". 
Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir

El pobre no puede vivir su vida, tantos son los compromisos de la indigencia; redimirse de ella es comenzar a vivir. Todos los hombres altivos viven soñando una modesta independencia material; la miseria es mordaza que traba la lengua y paraliza el corazón. 
José Ingenieros, El hombre mediocre

martes, 19 de agosto de 2014

Créditos mundanos


Las condecoraciones son letras de cambio libradas a la opinión pública, su valor reside en el crédito del librador.
Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir

Pero a Swann le gustaban tanto las mujeres que, cuando trató a casi todas las de la aristocracia y las conoció bien, ya no consideró aquellas cartas de naturalización, casi títulos de nobleza, que le había otorgado el barrio de Saint-Germain, más que como una especie de valor de cambio, de letra de crédito, que por sí no valía nada, pero gracias a la cual podía ser recibido muy bien en un rinconcillo de provincias o en un oscuro círculo social de París donde había una hija del hidalgo del pueblo o del escribano que le gustaba. 
Marcel Proust, Por el camino de Swann


domingo, 17 de agosto de 2014

Series cruzadas


El curso de nuestra vida no es sólo nuestra propia obra, sino el producto de dos factores, a saber: la serie de los acontecimientos y la serie de nuestras decisiones; ambos se cruzan sin cesar y se modifican constantemente. 
Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir

Circunstancia y decisión son los dos elementos radicales de que se compone la vida.
José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas


miércoles, 23 de julio de 2014

Recurso patriótico


El patriotismo es el último refugio de los canallas.
Samuel Johnson

Cualquier tarugo miserable que no tiene nada en el mundo de lo que pueda sentirse orgulloso, se aferra al último recurso: vanagloriarse de la nación a la que casualmente pertenece; aquí se siente a sus anchas, y se muestra tan agradecido que está dispuesto a defender con manos y pies todos los errores y necedades de su nación, que también son los suyos. 
Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir


martes, 17 de enero de 2012

Destino auditivo



Yo creo que no sin causa la naturaleza ha creado las orejas abiertas, sin puerta ni cerradura alguna, a diferencia de los ojos, la lengua y demás órganos del cuerpo; lo ha hecho así sin duda para que durante todos los días y todas las noches podamos continuamente oír y aprender, para lo cual es el sentido más apto y organizado.

François Rabelais, Gargantúa y Pantagruel, libro tercero


Si el ser humano estuviera destinado a pensar, no tendría oídos.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones, 290


lunes, 19 de septiembre de 2011

Comodidad simbólica


La sátira, como el álgebra, debe operar con valores abstractos e indefinidos, no con valores concretos o magnitudes específicas.
Arthur Schopenhauer, Pensamiento, palabras y música


La ventaja de los símbolos es que no incomodan a nadie.

Fernando Pessoa, Aforismos y afines


sábado, 16 de julio de 2011

Menos, más



Siempre es mejor omitir algo bueno que añadir una cosa que no dice nada. El dicho de Hesíodo: "La mitad es preferible al todo" (Los trabajos y los días) encuentra aquí su justa aplicación.

Arthur Schopenhauer, Pensamiento, palabras y música


Al citar un verso aislado se decuplica su potencia atractiva.

Marcel Proust, El mundo de Guermantes

Dos buenos poemas no valen más juntos que el mejor de los dos.

Fernando Pessoa, Aforismos y afines


jueves, 24 de marzo de 2011

Lejanía engañosa



"Admiramos las cosas cuya lejanía nos engaña" (Séneca, Cartas a Lucilio, 118). De este modo, suele forjarse nuestra vista, desde lejos, imágenes extrañas que se desvanecen al acercarnos.

Michel de Montaigne, Ensayos, III, 11


La lejanía, que al ojo le empequeñece los objetos, al pensamiento se los agranda.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones


viernes, 27 de marzo de 2009

Amor: creer o saber



Tengo la felicidad de creer que me amas.

Madame de Sévigné, Cartas


Si valoramos realmente a alguien, debemos ocultárselo como si se tratara de un crimen.

Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir


Me amas, querida pequeña, ¿cómo has sido lo bastante cruel para decírmelo?

Marcel Proust, Los placeres y los días


lunes, 16 de febrero de 2009

Libertad negativa



Nunca he creído que la libertad del hombre consista en hacer lo que quiere, sino en no hacer nunca lo que no quiere.

Jean Jacques Rousseau, Las ensoñaciones del paseante solitario


Mi tesis de que toda felicidad es de naturaleza negativa encuentra una confirmación también en el hecho de que los dos bienes supremos del ser humano: la salud y la libertad, son meras negaciones.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones

martes, 25 de noviembre de 2008

Fama fácil



Un medio para adquirir fama es adentrarse con cierta seguridad en algún tema oscuro y desconocido, donde nadie considere que valga la pena seguirlo a uno, y razonar luego sobre él con aparente coherencia.

Georg Lichtenberg, Aforismos, F-120


Podemos señalar el punto en que los datos, dada la dificultad de su consecución, bastan por si solos, sin que necesiten formar combinación alguna, para granjearse la fama. Esto es lo que ocurre, por ejemplo, con los viajes a países lejanos y poco visitados: se llega a ser famoso no por lo que se ha pensado sino por lo que se ha visto.

Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir

martes, 18 de noviembre de 2008

Vejez avarienta



No es la necesidad de dinero en que podrían encontrarse algún día lo que hace a los viejos avaros, ya que hay algunos tan ricos que no pueden sentir esa inquietud. Además, ¿cómo podrían temer la falta de las comodidades de la vida cuando se privan voluntariamente de ellas para dar satisfacción a su avaricia? No se debe tampoco al deseo de dejar mayores riquezas a los hijos, ya que no es natural amar a otros más que a uno mismo, aparte de que hay avaros que no tienen herederos. Este vicio es más bien resultado de la edad y del temperamento de los viejos, que se abandonan a él tan naturalmente como en la juventud a los placeres o en la edad viril a la ambición. Para ser avaro, no se requiere ni vigor, ni juventud, ni salud; tampoco es necesario desplegar ninguna actividad ni dar el menor paso para ahorrar las rentas; basta con dejar el dinero bien encerrado en el arca y privarse de todo. Resulta por ello cómodo para los viejos, a quienes hace falta una pasión porque son hombres.

Jean de La Bruyère, Los caracteres, 771


El dinero es la felicidad humana in abstracto; cuando ya no somos capaces de disfrutarla in concreto, nos apegamos de todo corazón a él.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones, 50


jueves, 2 de octubre de 2008

Pobres felices



¿Queréis saber cuán lejos está la pobreza de ser una desventaja? Comparad los semblantes de los pobres con los de los ricos. El pobre ríe más a menudo y más francamente; si tiene algún cuidado, pasa como una nube. Pero aquellos que son considerados los seres más felices tienen por risa un mueca: su alegría es simulada, porque la tristeza los devora; y es su mal tanto más grave, porque no deben manifestar su pena; han de mostrarse contentos entre las preocupaciones que arrugan sus frentes y las pesadumbres que oprimen sus corazones

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 80


El trabajo del cuerpo libera de las preocupaciones del espíritu, y eso es lo que hace felices a los pobres.

François de La Rochefoucauld, Máximas


No cabe duda de que nada contribuye menos a la jovialidad que la riqueza, ni nada más que la salud. En las clases bajas y trabajadoras, especialmente en las que cultivan la tierra, están como en su casa los rostros joviales y contentos; en las clases ricas y aristocráticas, los malhumorados.

Arthur Schopenhauer, Parerga y paralipómena


La fatiga más temible en nuestra época es la fatiga nerviosa. Por extraño que parezca, está muy extendida entre los ricos y tiende a ser mucho menor entre los asalariados que entre los hombres de negocios y los trabajadores intelectuales.

Bertrand Russell, La conquista de la felicidad


miércoles, 27 de agosto de 2008

Caleidoscopios



Los acontecimientos de nuestra vida se asemejan a las combinaciones de un caleidoscopio en el que, a pesar de que vemos algo diferente con cada giro, en realidad siempre tenemos lo mismo ante los ojos.

Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir


La sociedad se parece a los caleidoscopios, que giran de vez en cuando, y va colocando de distinto modo elementos considerados como inmutables, con los que compone otra figura.

Marcel Proust, A la sombra de las muchachas en flor