Mostrando entradas con la etiqueta Séneca. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Séneca. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de enero de 2015

Aislamiento altruista


El objeto de mi retiro, de mi aislamiento voluntario, es poder ser útil a muchos. 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 8

¿No era acaso para ocuparme de ellos que viviría lejos de los que se quejarían de no verme, para ocuparme de ellos más a fondo de lo que podría haberlo hecho con ellos, para tratar de revelarlos a ellos mismos y realizarlos? 
Marcel Proust, El tiempo recobrado


martes, 30 de diciembre de 2014

Pasos negociosos


Evitemos darnos a los negocios. Impidámosles la entrada, que una vez que hayan penetrado, no cederán el puesto. Opongámonos a sus comienzos. Es preferible que no empiecen a que terminen. 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 72

Sólo el primer paso es el que cuesta. Pero después de dado el primer paso, el segundo es el primero después de ése. Es bueno reparar en esto y no dar ningún paso... Todos cuestan. 
Fernando Pessoa, Aforismos y afines


sábado, 27 de septiembre de 2014

Prórroga filosófica


No me vangáis con esas tan miserables excusas: "Mi fortuna todavía no es suficiente para mis necesidades; cuando tenga tanto o cuanto me entregaré de lleno a la filosofía". ¿Pero hay algo más urgente que lo que dejáis para lo último? 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 17

En cuanto haya logrado mi posición y terminen mis vacaciones, dejaré la sociedad por el campo, por nuestra gente sencilla y por lo que prefiero a todas las cosas, mis canciones. 
Marcel Proust, Los placeres y los días


domingo, 13 de enero de 2013

Ceguera interior


Nadie ve que es avaro, que es ambicioso, que tiene tal o cual vicio. 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 50

Nada ven nuestros ojos por dentro. 
Michel de Montaigne, Ensayos, III, 8


sábado, 20 de octubre de 2012

Cosas de la vida



Nadie nace rico; todo el que viene al mundo trae la orden de contentarse con leche y unos pañales. Por ahí se empieza, aunque se acabe por encontrar que todo es poco y por no caber en un imperio. 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 20

La vida empieza en lágrimas y caca, / Luego viene la mu, con mama y coco, / Síguense las viruelas, baba y moco, / Y luego llega el trompo y la matraca. / Con ella embiste el apetito loco, / En subiendo a mancebo, todo es poco, / Y después la intención peca en bellaca. 
Francisco de Quevedo, del soneto Pronuncia con sus nombres los trastos y miserias de la vida 

lunes, 23 de abril de 2012

El buen salvaje


No sería posible para el linaje humano un estado más glorioso que aquél, y, aunque Dios concediese a alguien el don de reformar las cosas humanas y establecer las costumbres de las naciones, no escogería ningún otro estado que el que se recuerda haber sido el de aquellos hombres entre los cuales,
"...por ningún cultivador eran poseídas las tierras y no era permitido limitar, ni poner a los predios mojones; los hombres recolectaban por doquier y la tierra lo daba todo liberalmente sin que le fuese pedido" (Posidonio).
¿Quién más feliz que aquella generación humana? Aquellos hombres gozaban en común de la Naturaleza, la cual bastaba como madre y defensora de todos: así era segura la posesión de las riquezas públicas. ¿Cómo no considerar yo más rica la Humanidad de aquellos tiempos en que era imposible encontrar un pobre? En tan afortunada situación vino a irrumpir la avaricia, la cual, al querer separar una parte para hacérsela suya, puso todas las cosas en poder de otro, y se pasó de la opulencia a la estrechez. La avaricia instauró la pobreza; ambicionándolo todo, lo perdió todo.
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 90

El primer hombre a quien, cercando un terreno, se le ocurrió decir: Esto es mío y halló gentes bastante simples para creerle fue el verdadero fundador de la sociedad civil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos; cuántas miserias y horrores habría evitado al género humano aquel que hubiese gritado a sus semejantes, arrancando las estacas de la cerca o cubriendo el foso: "Guardaos de escuchar a este impostor, estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y la tierra de nadie"!
Jean Jacques Rousseau, Discurso sobre el origen  de la desigualdad entre los hombres

sábado, 21 de enero de 2012

Abejas ilustradas



Lo que de la lectura se ha recogido, se utiliza en la composición. Pero debemos imitar en esto a las abejas, que solamente toman de las flores a propósito para formar la miel. No se sabe si el jugo que extraen las abejas de las flores se hace miel por sí mismo, o si adquiere su dulzura por la intervención de las abejas. Algunos pretenden que ellas no poseen la facultad de hacer la miel, sino la de buscarla y recogerla. Otros dicen que se necesita cierta preparación para sazonarla, transformarla y darle el sabor meloso. Pero a fin de no apartarme de nuestro tema, repito que a las abejas debemos imitar separando lo que hemos recogido en las distintas lecturas: separándolas, se conservan mejor las provisiones. Es preciso que nos apliquemos a darles el mismo gusto a los diversos jugos para que se reconozca en lo que producimos que no todo es ajeno.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 84


Es preciso que se impregne del espíritu de los filósofos, no basta con que aprenda los preceptos de los mismos. Que olvide audazmente, si quiere, cuál fue la fuente de su enseñanza, pero a condición de sabérsela apropiar. La verdad y la razón son patrimonio de todos, y no del que habló antes que del que habla después. Tanto vale decir según el parecer de Platón que según el mío, pues él y yo lo entendemos y vemos lo mismo. Las abejas extraen el jugo de diversas flores y luego elaboran la miel, que es toda suya, y no tomillo ni mejorana: así las nociones tomadas a otro, las transformará y modificará para hacer una obra que sea toda suya, por su saber y discernimiento.

Michel de Montaigne, Ensayos, I, 26


miércoles, 28 de septiembre de 2011

Dolor indoloro



Todo dolor es fácilmente despreciable, ya que el dolor que conlleva una aflicción intensa tiene también una breve duración.

Epicuro, Exhortaciones


El dolor que llega a su grado máximo de intensidad, toca a su fin. No puede sufrirse mucho durante largo tiempo: la naturaleza, tierna y previsora madre, nos ha organizado de tal suerte que nuestros padecimientos sean, o cortos, o soportables. No hay dolores más fuertes que los que se fijan en los nervios y las articulaciones; pero el exceso de dolor hace que se embote pronto la sensibilidad de las partes doloridas.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 78


No hay mejor anestésico para el dolor, que el dolor mismo, cuando el dolor es parejo y sin tregua.

Almafuerte, Evangélicas

lunes, 23 de mayo de 2011

Deseos y temores



He hallado en los escritos de nuestro Hecatón que la supresión de los deseos aprovecha a la par como remedio del temor. Afirma: "Si dejas de esperar, dejarás de temer". Me objetarás: "¿Cómo sentimientos tan dispares corren parejos?". Así es, querido Lucilio; aunque parezcan ser contradictorios, van unidos. Igual que una misma cadena une al preso y al soldado que lo guarda, así esos sentimientos que son tan diferentes marchan a la par: el temor sigue a la esperanza y la esperanza al temor. No es sorprendente, pues ambos nacen de la incertidumbre, de la irresolución, del desconocimiento del porvenir.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 5


Si no temo perder lo que poseo,
ni deseo tener lo que no gozo,
poco de la fortuna en mí el destrozo
valdrá, cuando me elija actor o reo.

Francisco de Quevedo, del soneto Prevención para la vida y para la muerte


La esperanza y el temor son inseparables, y no hay temor sin esperanza ni esperanza sin temor.

François de la La Rochefoucauld, Máximas

sábado, 2 de abril de 2011

Dolores y temores



Tanto vale el dolor de haber perdido una cosa como el temor de perderla.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 98, citado por Montaigne en Ensayos, II, 15


Quien teme sufrir, sufre ya por lo que teme.

Michel de Montaigne, Ensayos, III, 13


jueves, 24 de marzo de 2011

Lejanía engañosa



"Admiramos las cosas cuya lejanía nos engaña" (Séneca, Cartas a Lucilio, 118). De este modo, suele forjarse nuestra vista, desde lejos, imágenes extrañas que se desvanecen al acercarnos.

Michel de Montaigne, Ensayos, III, 11


La lejanía, que al ojo le empequeñece los objetos, al pensamiento se los agranda.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones


lunes, 20 de abril de 2009

Esforzada inactividad



No nos animamos a hacer muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos animamos a hacerlas.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio


Cree que podría hacer mucho con sólo que lo quisiera, pero jamás lo quiere.

Georg Lichtenberg, Aforismos


miércoles, 24 de diciembre de 2008

Pensamientos abstractos



Estaba demasiado enfermo para pensar en el peligro.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 53


Las miserias físicas y la incesante previsión de las malas noches no le habían dejado pensar en algo tan abstracto como la muerte.

Jorge Luis Borges, El Sur

jueves, 2 de octubre de 2008

Pobres felices



¿Queréis saber cuán lejos está la pobreza de ser una desventaja? Comparad los semblantes de los pobres con los de los ricos. El pobre ríe más a menudo y más francamente; si tiene algún cuidado, pasa como una nube. Pero aquellos que son considerados los seres más felices tienen por risa un mueca: su alegría es simulada, porque la tristeza los devora; y es su mal tanto más grave, porque no deben manifestar su pena; han de mostrarse contentos entre las preocupaciones que arrugan sus frentes y las pesadumbres que oprimen sus corazones

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 80


El trabajo del cuerpo libera de las preocupaciones del espíritu, y eso es lo que hace felices a los pobres.

François de La Rochefoucauld, Máximas


No cabe duda de que nada contribuye menos a la jovialidad que la riqueza, ni nada más que la salud. En las clases bajas y trabajadoras, especialmente en las que cultivan la tierra, están como en su casa los rostros joviales y contentos; en las clases ricas y aristocráticas, los malhumorados.

Arthur Schopenhauer, Parerga y paralipómena


La fatiga más temible en nuestra época es la fatiga nerviosa. Por extraño que parezca, está muy extendida entre los ricos y tiende a ser mucho menor entre los asalariados que entre los hombres de negocios y los trabajadores intelectuales.

Bertrand Russell, La conquista de la felicidad


jueves, 7 de agosto de 2008

Filosofía de puertas abiertas




Son generalmente desdeñados los sitios descubiertos y se escrutan con curiosidad los retirados y ocultos. Las cerraduras tientan a los ladrones; si ven una casa abierta, siguen de largo.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 68

Hágoles cobarde y traidora la conquista de mi casa. No está cerrada para nadie que con ella se tope. No tengo más guardia ni centinela que la que los astros realizan para mí.

Michel de Montaigne, Ensayos, II, 15