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domingo, 17 de agosto de 2014

Series cruzadas


El curso de nuestra vida no es sólo nuestra propia obra, sino el producto de dos factores, a saber: la serie de los acontecimientos y la serie de nuestras decisiones; ambos se cruzan sin cesar y se modifican constantemente. 
Arthur Schopenhauer, Aforismos sobre el arte de saber vivir

Circunstancia y decisión son los dos elementos radicales de que se compone la vida.
José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas


martes, 4 de marzo de 2014

Escuela quijotesca


El arte español es maravilloso en sus formas populares y anónimas -cantos, danzas, cerámica- y es muy pobre en sus formas eruditas y personales. Alguna vez ha surgido un hombre genial, cuya obra aislada y abrupta no ha conseguido elevar el nivel medio de la producción. Entre él, individuo solitario, y la masa llana no había intermediarios y, por lo mismo, no había comunicación.
José Ortega y Gasset, España invertebrada

BORGES: "[...] En España, los buenos libros no tuvieron descendencia. ¿Qué escuela nació del Quijote? Fue estéril. Un mulo".
Adolfo Bioy Casares, Borges

viernes, 31 de mayo de 2013

Ambición literaria


Las artes se vengan de todo el que quiere ser con ellas más que artista, haciendo que su obra no llegue siquiera a ser artística.
José Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote

Quien escribe para obtener lo superfluo como si escribiera para obtener lo necesario, escribe incluso peor que si para obtener apenas lo necesario escribiese.
Fernando Pessoa, Aforismos y afines


lunes, 30 de mayo de 2011

Contra Sainte-Beuve



Sainte-Beuve. Nada tiene de hombre; está poseído de una pequeña cólera contra todos los espíritus varoniles. Vaga de aquí para allá, sutil, curioso, aburrido, escrutador; en el fondo es una personalidad femenina, con femenil avidez de venganza y con sensualidad femenil. Como psicólogo, es un genio de la maledicencia; posee una riqueza incalculable de medios para hablar mal; nadie como él sabe mezclar el veneno en un elogio. [...] Como crítico no tiene una medida, un punto de apoyo, una espina dorsal; posee la lengua del libertino cosmopolita para hablar de muchas cosas distintas, pero ni siquiera tiene el valor de confesar su libertinaje. Como historiador, no tiene filosofía, carece del poder de la mirada filosófica; por esto, en todas las cosas esenciales rehúsa la tarea de juzgar, cubriéndose con la "objetividad" como con una máscara.

Friederich Nietzsche, El ocaso de los ídolos


Por no haber percibido Sainte-Beuve el abismo que separa al escritor del hombre de mundo, por no haber comprendido que el yo del escritor sólo se muestra en sus libros, y que no muestra a los hombres de mundo (o aun a esos hombres de mundo que son en el mundo los demás escritores, quienes únicamente en soledad vuelven a ser escritores) más que a un hombre de mundo como ellos, inaugurará ese famoso método que, al decir de Taine, Bourget y tantos otros, constituye su gloria, un método que, para comprender a un poeta o a un escritor, reside en interrogar ávidamente a cuantos lo conocían y lo trataban, a quienes puedan decirnos cómo se comportaba en materia de mujeres, etcétera, es decir, en todos los puntos en los que el yo auténtico del poeta no interviene en absoluto.

Marcel Proust, Contra Sainte-Beuve

Veo en la crítica un fervoroso esfuerzo para potenciar la obra elegida. Todo lo contrario, pues, de lo que hace Sainte-Beuve cuando nos lleva de la obra al autor, y luego pulveriza a éste en una llovizna de anécdotas. La crítica no es biografía ni se justifica como labor independiente, si no se propone completar la obra. Esto quiere decir, por lo pronto, que el crítico ha de introducir en su trabajo todos aquellos utensilios sentimentales e ideológicos merced a los cuales puede el lector medio recibir la impresión más intensa y clara de la obra que le sea posible. Procede orientar la crítica en un sentido afirmativo y dirigirla, más que a corregir al autor, a dotar al lector de un órgano visual más perfecto. La obra se completa completando su lectura.

José Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote

lunes, 7 de julio de 2008

Dos visiones del diletantismo



Aborrezcamos esa forma emponzoñada de la cultura egotista que sólo conduce al "dilettantismo", mediante el cual nuestra mente se asoma a todas las ventanas sin mirar por ninguna. Nada hay más estéril y antisocial que una curiosidad caótica, que sólo puede engendrar el "narcisismo estético" y producir una literatura refinada e insubstancial que disimula su improvisación con la prolijidad del artificio. 
José Ingenieros, La psicopatología en el arte

Un hombre que, de todo lo que hay que saber para ser un personaje discreto, conoce sólo una ciencia determinada, y aun de esa ciencia sólo conoce bien la pequeña porción en que él es activo investigador. Llega a proclamar como una virtud el no enterarse de cuanto quede fuera del angosto paisaje que especialmente cultiva, y llama dilettantismo a la curiosidad por el conjunto del saber.

José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas