jueves, 23 de abril de 2009

Las estrellas y la luna: deshaciendo metáforas



¡Oh tú, ombligo del firmamento!

Leopoldo Lugones, Himno a la luna


Sé que entre todas las palabras, una
hay para recordarla o figurarla.
El secreto, a mi ver, está en usarla
con humildad. Es la palabra luna.

Jorge Luis Borges, La luna


A la gran multitud de astros lucientes,
gallinas de los campos celestiales
presidió gallo el boquirubio Febo
Entre los pollos de tindario huevo.

Baltasar Gracián, Selvas del año, Entrada del estío


A las claras estrellas orientales
que palidecen en la vasta aurora,
apodó con palabra pecadora
gallinas de los campos celestiales

Jorge Luis Borges, Baltasar Gracián


lunes, 20 de abril de 2009

Esforzada inactividad



No nos animamos a hacer muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos animamos a hacerlas.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio


Cree que podría hacer mucho con sólo que lo quisiera, pero jamás lo quiere.

Georg Lichtenberg, Aforismos


sábado, 4 de abril de 2009

Mañanas, muertes y símbolos



La candente mañana de febrero en que Beatriz Viterbo murió, después de una imperiosa agonía que no se rebajó un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, noté que las carteleras de fierro de la Plaza Constitución habían renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; el hecho me dolió, pues comprendí que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita.

Jorge Luis Borges, El Aleph


El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertarse se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros.

Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada