jueves, 24 de marzo de 2011

Lejanía engañosa



"Admiramos las cosas cuya lejanía nos engaña" (Séneca, Cartas a Lucilio, 118). De este modo, suele forjarse nuestra vista, desde lejos, imágenes extrañas que se desvanecen al acercarnos.

Michel de Montaigne, Ensayos, III, 11


La lejanía, que al ojo le empequeñece los objetos, al pensamiento se los agranda.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones


martes, 22 de marzo de 2011

El existencialismo es un charlatanismo



Nuestro discurrir es capaz de construir otros cien mundos y de hallar sus principios y su contextura. No precisa ni de materia ni de base; dejadlo correr: construye tanto en vacío como en lleno, y a partir de la inanidad como de la materia, "capaz de dar peso al humo" (Persio, V, 20). [...] Nuestras razones a menudo anticipan los hechos y tienen para su jurisdicción una extensión tan infinita que juzgan y se ejercitan incluso con la inanidad y el no ser.

Michel de Montaigne, Ensayos, III, 11


El ser por el cual el porqué llega al ser tiene derecho a plantearse su propio porqué, puesto que él mismo es una interrogación, un porqué. A esta pregunta, la ontología no podría responder, pues se trata de explicar un acaecimiento y no de describir las estructuras de un ser. Cuanto mucho, la ontología puede hacer notar que la nada que es sida por el en-sí no es un simple vacío desprovisto de significación. El sentido de la nada de la nihilización consiste en ser sida para fundar el ser.

Jean Paul Sartre, El ser y la nada


Percibimos el vacío, llenándolo.

Antonio Porchia, Voces

viernes, 11 de marzo de 2011

Paseos penosos


Cada uno de los que ves por las calles al pasar, lleva una tragedia en lo más recóndito del corazón.

Almafuerte, Evangélicas


¿Te asombra que los demás pasen a tu lado y no sepan, cuando tú pasas al lado de tantos y no sabes, no te interesa, cuál es su pena, su cáncer secreto?

Cesare Pavese, El oficio de vivir


viernes, 4 de marzo de 2011

Amor o temor



Pregunto [Alejandro] al sexto [filósofo gimnosofista] cómo lograría ser uno el más amado entre los hombres y respondió: "Si siendo el más poderoso no se hiciese temer".
Mestrio Plutarco, Vidas paralelas, Alejandro

Se presenta aquí la cuestión de si vale más ser amado que temido o temido que amado. Se responde que sería menester ser lo uno y lo otro juntamente; pero como es difícil serlo a un mismo tiempo, el partido más seguro es ser temido antes que amado cuando se está en la necesidad de carecer de uno u otro de ambos beneficios. [...]
Como los hombres aman según su voluntad y temen, por el contrario, según la voluntad de quien los gobierna, un príncipe debe, si es prudente, fundarse en lo que depende de él y no en lo que depende de los otros.

Nicolás Maquiavelo, El Príncipe


Entre el cariño y el respeto, preferid el respeto: porque el cariño nos obliga y el respeto nos autoriza.

Almafuerte, Evangélicas