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lunes, 18 de agosto de 2014

Posibilidades imaginativas


Algunas veces vuestras palabras llegan hasta mí como un eco lejano, como el sonido de una campana traído por el viento. 
Gustave Flaubert, La educación sentimental

Y sus párrafos se sucedían, sin interrupción, como las aguas de una cascada, como una cinta que se desata. [...] Por momentos la monotonía de su discurso era tal que ya no se distinguía del silencio, como una campana cuya vibración persiste, como un eco que se debilita. [...] La invadía la dulzura y, agitándose su corazón, palpitaba la batista de su corpiño, como una hierba al borde de una fuente a punto de brotar, como el plumaje de una paloma que se eleva. 
Marcel Proust, Pastiche de Flaubert

Hay casos en los que el desarrollo del esquema en imagen es inmediato, porque una sola se presenta para cumplir ese oficio. Y hay otros en los que múltiples imágenes, análogas entre sí, se presentan de manera concurrente. En general, cuando varias imágenes diferentes se postulan para el puesto, es porque ninguna satisface enteramente las condiciones del esquema. 
Henri Bergson, El esfuerzo intelectual


viernes, 7 de octubre de 2011

Mujer interior



Él [Frédéric Moreau] le contó [a la señora de Arnoux] sus melancolías en el colegio, y cómo en su cielo poético resplandecía un rostro de mujer, tan claramente, que al verla por primera vez la había reconocido.

Gustave Flaubert, La educación sentimental


El terrible engaño del amor consiste en que empieza haciéndonos jugar, no con una mujer del mundo exterior, sino con una muñeca interior a nuestro cerebro.

Marcel Proust, El mundo de Guermantes


lunes, 11 de abril de 2011

Definiciones del amor



Bien: dejando los libros aparte, y hablando más material y simplemente, encuentro después de todo que el amor no es otra cosa que la sed de ese goce en un objeto deseado, ni Venus otra cosa que el placer de descargar sus vasos, que deviene vicioso por inmoderación o indiscreción. Para Sócrates el amor es apetito de generación por intermedio de la belleza.

Michel de Montaigne, Ensayos, III, 5


Es difícil definir el amor: lo que puede decirse es que en el alma es una pasión de reinar; en el entendimiento es una simpatía; y en el cuerpo no es más que un deseo oculto y delicado de poseer lo que se ama después de muchos misterios.

Francois de La Rochefoucauld, Máximas, 68


El amor, después de todo, no es más que una curiosidad superior, un apetito de lo desconocido que nos empuja hacia la tempestad, a pecho descubierto y con la cabeza desafiante.

Gustave Flaubert, Correspondencia


lunes, 13 de septiembre de 2010

Acción o imaginación



¡Uno se refugia en lo mediocre por desesperar de lo hermoso que ha soñado!

Gustave Flaubert, La educación sentimental


La acción es siempre fácil, y cuando se presenta bajo su forma más grave, por ser la más continua, es decir, bajo la del trabajo real, se convierte simplemente en el refugio de la gente que no tiene nada absolutamente que hacer. No, Ernest; no hable usted de la acción. Es una cosa ciega, sometida a influencias exteriores, movida por un impulso cuya naturaleza desconoce ella. Es una cosa esencialmente incompleta, puesto que está limitada por el azar e ignora su dirección y está siempre en desacuerdo con su finalidad. Su base es la falta de imaginación. Es el último recurso de los que no saben soñar.

Oscar Wilde, El crítico artista


La experiencia es el subterfugio, o el escondrijo, de quienes están desprovistos de imaginación.
Leyendo los riesgos que ha corrido el cazador de tigres, tengo cuantos riesgos ha valido la pena tener, salvo el del mismo riesgo, que tanto no valió la pena sufrir, que ha pasado.
Los hombres de acción son los esclavos involuntarios de los hombres de entendimiento. Las cosas no valen más que en su interpretación. Unos, pues, crean cosas para que los otros, transmutándolas en significación, las tornen vivas. /Narrar es crear, pues vivir es tan sólo ser vivido./

Fernando Pessoa, El libro del desasosiego


lunes, 18 de mayo de 2009

Emma y Ana, lecturas y ensueños



Más tarde, con las novelas de Walter Scott, se entusiasmó Emma con los temas históricos, soñó con viejos cofres, prisiones militares y trovadores. Le hubiera gustado vivir en alguna casa solariega, como aquellas castellanas de talle esbelto que, bajo el trébol de las ojivas, pasaban los días con el codo en la piedra de la ventana y el mentón en la mano, esperando la aparición de un caballero de blanco penacho galopando sobre su caballo negro por los campos lejanos.

Gustave Flaubert, Madame Bovary


Ana leía, pero le molestaba seguir las sombras de las vidas de otras personas. Tenía demasiados deseos de vivir ella misma. Si leía que la protagonista de la novela cuidaba a un enfermo, sentía deseos de andar con pasos silenciosos en la habitación de un enfermo; si un miembro del Parlamento había pronunciado un discurso, deseaba pronunciarlo ella; si lady Mary había cabalgado tras de la jauría, exacerbando a su nuera y asombrado a todos con su audacia, tambíen Ana deseaba hacer lo mismo.

Lev Tolstoi, Ana Karenina

martes, 25 de noviembre de 2008

Fascinación snob



Confundía en su deseo las sensualidades del lujo con los goces del corazón, la elegancia de las costumbres y las delicadezas del sentimiento.

Gustave Flaubert, Madame Bovary


[...] el brillante fuego graneado que lanzaba el disco de cristal de su monóculo, fuego preferido a las miradas más bonitas del mundo por jovencitas snobs y depravadas, en las que despertaba ideas de artificiales delicias y de refinamientos de voluptuosidad.

Marcel Proust, Por el camino de Swann