lunes, 12 de octubre de 2009

Afán de conocimiento



Cuando no se sabe la verdad de una cosa, es bueno que haya un error común que fije el espíritu de los hombres, como, por ejemplo, la luna, a la que se atribuye el cambio de estaciones, el progreso de las enfermedades, etc.; porque la principal enfermedad del hombre es la inquieta curiosidad acerca de las cosas que no alcanza a saber, y no le es tan molesto estar en el error como en esta inútil curiosidad.

Blaise Pascal, Pensamientos


Reducir una cosa desconocida a una cosa conocida proporciona alivio, tranquiliza, satisface, y además da un sentimiento de poderío. Lo que es desconocido produce peligro, inquietud preocupación; el primer instinto se dirige a eliminar estos estados de ánimo penosos. Primer principio: una explicación cualquiera es mejor que ninguna explicación. Como en realidad se trata únicamente de una voluntad de desembarazarse de ideas deprimentes, no se es muy exigente sobre los medios para ello: la primera idea con la que lo desconocido se explica como conocido produce tanto bienestar que se la tiene por verdadera. Prueba del placer (y de la fuerza) considerada como criterio de verdad.

Friederich Nietzsche, El ocaso de los ídolos


Lo que los hombres realmente quieren no es el conocimiento sino la certidumbre.

Bertrand Russell