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lunes, 18 de agosto de 2014

Posibilidades imaginativas


Algunas veces vuestras palabras llegan hasta mí como un eco lejano, como el sonido de una campana traído por el viento. 
Gustave Flaubert, La educación sentimental

Y sus párrafos se sucedían, sin interrupción, como las aguas de una cascada, como una cinta que se desata. [...] Por momentos la monotonía de su discurso era tal que ya no se distinguía del silencio, como una campana cuya vibración persiste, como un eco que se debilita. [...] La invadía la dulzura y, agitándose su corazón, palpitaba la batista de su corpiño, como una hierba al borde de una fuente a punto de brotar, como el plumaje de una paloma que se eleva. 
Marcel Proust, Pastiche de Flaubert

Hay casos en los que el desarrollo del esquema en imagen es inmediato, porque una sola se presenta para cumplir ese oficio. Y hay otros en los que múltiples imágenes, análogas entre sí, se presentan de manera concurrente. En general, cuando varias imágenes diferentes se postulan para el puesto, es porque ninguna satisface enteramente las condiciones del esquema. 
Henri Bergson, El esfuerzo intelectual


sábado, 26 de julio de 2014

Geométrico y bizarro ajedrez


Un alfil no es un pedazo de madera de forma más o menos extraña: es una "fuerza oblicua". La torre es cierta potencia de "marchar en línea recta", el caballo "una pieza que equivale más o menos a tres peones y que se mueve según una ley completamente particular", etc. 
Henri Bergson, El esfuerzo intelectual

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores. 
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo blanco y negro del camino
buscan y libran su batalla armada. 
Jorge Luis Borges, Ajedrez


martes, 27 de agosto de 2013

Virtudes no innatas


JOHNSON.- "La piedad no es un sentimiento natural en el hombre. Los niños son siempre crueles. Los salvajes son siempre crueles. La piedad se adquiere y acrece mediante el cultivo de la razón." 
James Boswell, Vida del doctor Johnson

No creo que nadie sea modesto de nacimiento, a menos que se quiera llamar modestia a una cierta timidez completamente física y que se halla más cerca del orgullo de lo que a primera vista parece. La verdadera modestia no puede ser otra cosa sino una reflexión sobre la vanidad. Nace del espectáculo de la ilusiones ajenas y del temor al propio extravío. Viene a ser como una circunspección científica de lo que acerca de unos pensarán los otros. Es, en resumen, una virtud adquirida. 
Henri Bergson, La risa

domingo, 13 de diciembre de 2009

Industria natural



Creo que de este modo podría resolverse el pequeño enigma propuesto por Pascal en un pasaje de sus Pensamientos: "Dos rostros parecidos, de los cuales ninguno hace reír en particular, hacen reír juntos por su parecido". Asimismo se podría decir: "Los gestos de un orador, que de por sí no son ridículos, inspiran risa por su repetición". Es que la vida no debería nunca repetirse en toda su plenitud circunstanciada. Dondequiera que hay repetición, dondequiera que hay semejanza completa, vislumbramos enseguida lo mecánico funcionando tras lo vivo. Analizad vuestras impresiones frente a dos caras demasiado parecidas. Seguro que pensáis en dos copias sacadas de un mismo molde, en dos impresiones del mismo sello o en dos reproducciones del mismo clisé, en suma, en un procedimiento industrial. Tal desviación de la vida en el sentido de la mecánica es en este caso la verdadera causa de la risa.

Henri Bergson, La risa


Para el observador desinteresado hay algo bastante hermoso en el parecido perfecto de dos gemelos: es que la naturaleza, como si se hubiera industrializado momentáneamente, parece suministrar productos iguales.

Marcel Proust, Sodoma y Gomorra


lunes, 3 de noviembre de 2008

Facilidad cómica



Sócrates les obligó a reconocer que era propio del mismo hombre componer tragedia y comedia, y que el que con arte es poeta trágico también lo es cómico.

Platón, El banquete


Todo poeta podrá revelarse como hombre de ingenio tan pronto como le venga en gana. Nada tendrá que adquirir para esto, pues, al contrario, será preciso que de algo se desprenda. Le bastará dejar que platiquen sus ideas "sin nungún objeto, por puro placer". será suficiente que desate el doble lazo entre sus sentimientos y sus ideas, entre su alma y la vida. Llegará a ser un hombre de ingenio si no aspira a ser poeta por el corazón, limitándose a serlo por la inteligencia.

Henri Bergson, La risa