sábado, 14 de diciembre de 2013

Comercio poético


Si el poeta pide a las otras ciencias que le presten ayuda, podrá presentarse en la feria como los otros mercaderes que apartan diversos objetos de muchas proveniencias. Eso hace el poeta cuando recurre a ciencias ajenas, como las del orador, filósofo, astrólogo, cosmógrafo y otras tales que nada tienen de común con la poesía. El poeta, en resumen, es como un corredor o intermediario entre varias personas que hacen un negocio; y si quieres definir el oficio propio del poeta, di que es un compilador de objetos robados a diversas ciencias con los cuales hace un engañoso mejunje, o dicho en más corteses palabras, un artificio compuesto. 
Leonardo da Vinci, Aforismos, 394

La poesía, señor hidalgo, a mi parecer es como una doncella tierna y de poca edad y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella se ha de servir de todas, y todas se han de autorizar con ella; pero esta tal doncella no quiere ser manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas ni por los rincones de los palacios. Ella es hecha de una alquimia de tal virtud, que quien la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio.
Miguel de Cervantes, El Quijote, II, XVI

lunes, 11 de noviembre de 2013

Saludar primero


Aunque se te saluda muchas veces, nunca saludas tú el primero: ¿así vas a seguir? Adiós, Pontiliano, para siempre.

Marco Valerio Marcial, Epigramas, V 66


No me gusta el hombre al que no puedo abordar yo el primero ni saludarle antes de que él me salude sin envilecerme a sus ojos y sin menoscabar la buena opinión que tiene de sí mismo. Montaigne diría: Quiero tener el campo libre, y ser cortés y afable a mi gusto sin remordimientos ni consecuencias. No puedo de ninguna manera actuar contra mi inclinación, ni ir a contrapelo de mi natural, que me lleva hacia aquel que viene a mi encuentro. Cuando es un semejante, y no es enemigo, me adelanto a su saludo, le pregunto acerca de su ánimo y de su salud, le ofrezco mis servicios sin regatear el más o el menos, ni estar, como dicen algunos, ojo avizor. Me desagrada aquel que por el conocimiento que tengo de sus costumbres y maneras de actuar, me saca de esta libertad y de esta franqueza. ¿Cómo acordarme a tiempo, y por mucho que vea a ese hombre, de adoptar una continencia grave e importante, y que le advierta que yo creo valer como él y más? Para esto tendría que hacer un recuento de mis buenas cualidades y condiciones, y de las suyas malas, después hacer la comparación. Es demasiado trabajo para mí, y no soy en absoluto capaz de una atención tan tensa y repentina; y aún cuando lo hubiera logrado una primera vez, no dejaría de flaquear y desmentirme en una segunda ocasión: no puedo forzarme ni constreñirme para nadie a ser orgulloso.

Jean de La Bruyère, Los caracteres

lunes, 14 de octubre de 2013

El Boswell de Borges


El 16 de octubre el Dr. Johnson me honró cenando conmigo en mi residencia de Old Band Street.
James Boswell, Vida del doctor Johnson

Viernes 10 de enero. Come en casa Borges. 
Adolfo Bioy Casares, Borges



martes, 27 de agosto de 2013

Virtudes no innatas


JOHNSON.- "La piedad no es un sentimiento natural en el hombre. Los niños son siempre crueles. Los salvajes son siempre crueles. La piedad se adquiere y acrece mediante el cultivo de la razón." 
James Boswell, Vida del doctor Johnson

No creo que nadie sea modesto de nacimiento, a menos que se quiera llamar modestia a una cierta timidez completamente física y que se halla más cerca del orgullo de lo que a primera vista parece. La verdadera modestia no puede ser otra cosa sino una reflexión sobre la vanidad. Nace del espectáculo de la ilusiones ajenas y del temor al propio extravío. Viene a ser como una circunspección científica de lo que acerca de unos pensarán los otros. Es, en resumen, una virtud adquirida. 
Henri Bergson, La risa

viernes, 21 de junio de 2013

Nueces espaciosas


Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y me consideraría el rey del espacio infinito. 
William Shakespeare, Hamlet

Para la rápida inteligencia de este joven todo el derecho estaba encerrado en una cáscara de nuez.
Herman Melville, Bartleby, el escribiente

jueves, 20 de junio de 2013

Prosperidad inconveniente


[...] siendo afortunadamente pobres [...] 
Thomas De Quincey, Confesiones de un opiómano inglés

Era un hombre al cual la prosperidad le hacía mal. 
Herman Melville, Bartleby, el escribiente


viernes, 31 de mayo de 2013

Ambición literaria


Las artes se vengan de todo el que quiere ser con ellas más que artista, haciendo que su obra no llegue siquiera a ser artística.
José Ortega y Gasset, Meditaciones del Quijote

Quien escribe para obtener lo superfluo como si escribiera para obtener lo necesario, escribe incluso peor que si para obtener apenas lo necesario escribiese.
Fernando Pessoa, Aforismos y afines


domingo, 13 de enero de 2013

Ceguera interior


Nadie ve que es avaro, que es ambicioso, que tiene tal o cual vicio. 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 50

Nada ven nuestros ojos por dentro. 
Michel de Montaigne, Ensayos, III, 8