domingo, 20 de julio de 2008

La metafísica, la teología y el psicoanálisis según Borges



Los metafísicos de Tlön (...) juzgan que la metafísica es una rama de la literatura fantástica.

en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius

La metafísica y la teología son, lo sospecho, dos especies de la literatura fantástica. Dos especies espléndidas.

en Borges, sus días y su tiempo, María Esther Vázquez


El psicoanálisis es la rama erótica de la ciencia ficción.

Jorge Luis Borges

miércoles, 16 de julio de 2008

Gratitud y favores



Los dones atan a quien los da, no a quien los recibe.

Cornelio Tácito, Anales


El favor obliga más a quien lo otorga que a quien lo recibe.

Nicolás Maquiavelo, El príncipe


En la mayoría de los hombres, la gratitud no es más que un oculto deseo de recibir beneficios mayores.

Casi todo el mundo se complace en agradecer las pequeñas mercedes; muchos agradecen las medianas; pero casi nadie deja de ser ingrato para con las grandes.

No abundan los ingratos cuando uno está en situación de hacer beneficios.

François de La Rochefoucauld, Máximas


La gratitud es una vívida presunción de favores por venir.

Jonathan Swift


lunes, 14 de julio de 2008

Estética femenina



Tus ojos, encendidos lo mismo que las tiendas
Y cual las luminarias de los festejos públicos,
Usan con insolencia de una fuerza prestada,
Sin comprender jamás la ley de su belleza.

Charles Baudelaire, Las flores del mal, XXV


La más extrañamente hermosa, que dibujaba ante nuestros ojos maravillados como un Whistler viviente, sólo se hubiera admirado y reconocido retratada por Bouguereau. Las mujeres realizan la belleza sin comprenderla.
Dirán tal vez: amamos sencillamente una belleza que no es la vuestra. ¿Por qué esa belleza sería mejor que la vuestra?
Que por lo menos me dejen decir: ¡Qué pocas mujeres comprenden la estética de donde ellas mismas provienen! Tal o cual virgen de Botticelli, si no fuera por la moda, creería que ese pintor es torpe y sin arte.

Marcel Proust, Los placeres y los días

domingo, 13 de julio de 2008

Retratos de damas



Varenka no era propiamente una muchacha, sino más bien una persona sin edad, a quien tanto se le podían atribuir treinta años como diecinueve. Pero por los finos trazos de su rostro, y a pesar de su palidez enfermiza, no podía decirse que Varenka careciera de ese particular encanto que constituye el principio de la belleza. Habría hasta sido esbelta, a no ser por el escaso desarrollo del busto y el volumen de la cabeza, pero no tenía atractivo para los hombres. Era como una hermosa flor, que conservando aún sus pétalos, estuviera ya mustia y sin perfume.

Lev Tolstoi, Ana Karenina


No era precisamente bonita; algo faltaba en sus facciones pequeñas y regulares, como si el último toque, el decisivo, que podía haberla hecho hermosa (dejando sus rasgos tal como estaban, pero confiriéndoles un significado inefable) le hubiera sido negado por la naturaleza. Tenía veinticinco años, sus cabellos, peinados a la moda, era bonitos y estaban llenos de encanto y movía la cabeza de un modo que mostraba un indicio de posible armonía, una promesa de auténtica belleza que, en el último momento, no acababa de realizarse.

Vladimir Nabokov, La defensa


miércoles, 9 de julio de 2008

Evolución de un párrafo a través de tres siglos



Como corresponde a la poesía describir la Naturaleza y la Pasión, que son siempre iguales, los primeros escritores se adueñaban de los objetos de descripción más impactantes, y los hechos más probables en la ficción, y no dejaban nada a los que los seguían, sino la transcripción de los mismos acontecimientos, y combinaciones nuevas de las mismas imágenes. Sea cual fuese el motivo, por lo común se observa que los escritores primitivos son dueños de la naturaleza, y sus seguidores del artificio; que los primeros sobresalen en el vigor y la invención, y los posteriores en elegancia y refinamiento.

Samuel Johnson, Rasselas


Los grandes artistas del pasado quisieron lograr la belleza. Después, los imitadores lograron una belleza más deliberada y amanerada que auténtica y se desacreditaron. Los artistas llamados modernos descubrieron que en la fealdad sin normas estaban a cubierto de críticas. El propósito perseguido no era tan evidente como en quienes buscaban la belleza, y los censores no sabían señalar deficiencias (señalarlas parecía una ingenuidad). El futuro gran artista competirá con los clásicos, en el sentido de que logrará una belleza que sin ser la de ellos no sea menos manifiesta.

Adolfo Bioy Casares, Descanso de caminantes


lunes, 7 de julio de 2008

Dos visiones del diletantismo



Aborrezcamos esa forma emponzoñada de la cultura egotista que sólo conduce al "dilettantismo", mediante el cual nuestra mente se asoma a todas las ventanas sin mirar por ninguna. Nada hay más estéril y antisocial que una curiosidad caótica, que sólo puede engendrar el "narcisismo estético" y producir una literatura refinada e insubstancial que disimula su improvisación con la prolijidad del artificio. 
José Ingenieros, La psicopatología en el arte

Un hombre que, de todo lo que hay que saber para ser un personaje discreto, conoce sólo una ciencia determinada, y aun de esa ciencia sólo conoce bien la pequeña porción en que él es activo investigador. Llega a proclamar como una virtud el no enterarse de cuanto quede fuera del angosto paisaje que especialmente cultiva, y llama dilettantismo a la curiosidad por el conjunto del saber.

José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas