lunes, 23 de febrero de 2009

Impresión: verdad literaria



Únicamente la impresión, por flaca que parezca la materia, por inverosímil que sea el rastro, es un canon de verdad, y sólo debido a ella merece ser aprehendida por el espíritu, porque es la única capaz, si se sabe liberar esa verdad, de llevarla a una mayor perfección y darle una pura alegría. La impresión, para el escritor, es lo que la experiencia para el sabio, con la diferencia de que en el sabio el trabajo de la inteligencia está antes y en el escritor viene después.

Marcel Proust, El tiempo recobrado 

¿Sabes una cosa, Estela? En esos versos de Lugones no hay una sola percepción real. Está buscando la rima, el efecto, y eso es todo. Ahí no hay nada sentido, vivido.
Jorge Luis Borges, conversando con Estela Canto en Borges a contraluz


lunes, 16 de febrero de 2009

Libertad negativa



Nunca he creído que la libertad del hombre consista en hacer lo que quiere, sino en no hacer nunca lo que no quiere.

Jean Jacques Rousseau, Las ensoñaciones del paseante solitario


Mi tesis de que toda felicidad es de naturaleza negativa encuentra una confirmación también en el hecho de que los dos bienes supremos del ser humano: la salud y la libertad, son meras negaciones.

Arthur Schopenhauer, Parábolas, aforismos y comparaciones

sábado, 7 de febrero de 2009

Cuerpo y alma



Los mediocres y los orgullosos establecen diferencias entre el cuerpo y el alma. Yo sólo puedo afirmar que el vino destruye el miedo y nos da la quietud perfecta.

Omar Khayyam, Rubaiyat (Versión inglesa de Talbot, 57)


Los que ven alguna diferencia entre el cuerpo y el alma es que carecen de ambos.

Oscar Wilde, Frases y filosofías para uso de la juventud


viernes, 6 de febrero de 2009

Convalecencia y meditación



Triste, triste, flaco, por una larga enfermedad:
Monótonos, monótonos, pasan los días y las noches.
Los árboles del verano se han vestido de sombra;
El lan de otoño ya hospeda al rocío.
Los huevos que protegía el nido cuando caí en cama
Se han convertido en pajaritos que han volado.
El gusano que entonces se escondía en su agujero
Se ha transformado en un grillo sentado en el árbol.
Las cuatro estaciones siguen por siempre su curso:
¡Nada en toda la Naturaleza se detiene para descansar
Ni siquiera un momento. Sólo el corazón del hombre enfermo
Se duele profundamente como antaño!

Enfermedad, Po Chu-I


Mirón ocioso de la luz del cielo, he visto al sol levantarse y ponerse durante veinte meses. En este tiempo los pájaros han abandonado el nido de su madre y se han dado a los bosques y a los cielos; el cabrito ha dejado la ubre y ha aprendido poco a poco a trepar por las peñas en busca de su propio sustento. Sólo yo no he progresado, y sigo impotente e ignorante. Con más de veinte mutaciones la luna me advertía del fluir de la vida y el arroyo que corría a mis pies censuraba mi inactividad. Yo seguía sentado, regalándome con manjares del intelecto, tan indiferente a los ejemplos de la tierra como a las instrucciones de los planetas. Veinte meses idos: ¡quién los recuperará!

Samuel Johnson, Rasselas