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sábado, 20 de octubre de 2012

Cosas de la vida



Nadie nace rico; todo el que viene al mundo trae la orden de contentarse con leche y unos pañales. Por ahí se empieza, aunque se acabe por encontrar que todo es poco y por no caber en un imperio. 
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 20

La vida empieza en lágrimas y caca, / Luego viene la mu, con mama y coco, / Síguense las viruelas, baba y moco, / Y luego llega el trompo y la matraca. / Con ella embiste el apetito loco, / En subiendo a mancebo, todo es poco, / Y después la intención peca en bellaca. 
Francisco de Quevedo, del soneto Pronuncia con sus nombres los trastos y miserias de la vida 

lunes, 23 de mayo de 2011

Deseos y temores



He hallado en los escritos de nuestro Hecatón que la supresión de los deseos aprovecha a la par como remedio del temor. Afirma: "Si dejas de esperar, dejarás de temer". Me objetarás: "¿Cómo sentimientos tan dispares corren parejos?". Así es, querido Lucilio; aunque parezcan ser contradictorios, van unidos. Igual que una misma cadena une al preso y al soldado que lo guarda, así esos sentimientos que son tan diferentes marchan a la par: el temor sigue a la esperanza y la esperanza al temor. No es sorprendente, pues ambos nacen de la incertidumbre, de la irresolución, del desconocimiento del porvenir.

Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 5


Si no temo perder lo que poseo,
ni deseo tener lo que no gozo,
poco de la fortuna en mí el destrozo
valdrá, cuando me elija actor o reo.

Francisco de Quevedo, del soneto Prevención para la vida y para la muerte


La esperanza y el temor son inseparables, y no hay temor sin esperanza ni esperanza sin temor.

François de la La Rochefoucauld, Máximas