Todo dolor es fácilmente despreciable, ya que el dolor que conlleva una aflicción intensa tiene también una breve duración.
Epicuro, Exhortaciones
El dolor que llega a su grado máximo de intensidad, toca a su fin. No puede sufrirse mucho durante largo tiempo: la naturaleza, tierna y previsora madre, nos ha organizado de tal suerte que nuestros padecimientos sean, o cortos, o soportables. No hay dolores más fuertes que los que se fijan en los nervios y las articulaciones; pero el exceso de dolor hace que se embote pronto la sensibilidad de las partes doloridas.
Lucio Anneo Séneca, Cartas a Lucilio, 78
No hay mejor anestésico para el dolor, que el dolor mismo, cuando el dolor es parejo y sin tregua.
Almafuerte, Evangélicas
Mostrando entradas con la etiqueta Epicuro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Epicuro. Mostrar todas las entradas
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Dolor indoloro
Etiquetas:
Almafuerte,
Epicuro,
Séneca
domingo, 18 de enero de 2009
Epicureísmo pascaliano
El peor de los males, la muerte, no significa nada para nosotros, porque mientras vivimos no existe, y cuando está presente nosotros no existimos.
Epicuro, Carta a Meneceo
La muerte es más fácil de soportar sin pensar en ella que el pensamiento de la muerte sin peligro.
Blaise Pascal, Pensamientos
viernes, 1 de agosto de 2008
Lo necesario, lo natural y lo vano
De los deseos, unos son necesarios, los otros, vanos, y entre los naturales hay algunos que son necesarios y, otros, tan solo naturales. De los necesarios, unos son indispensables para conseguir la felicidad; otros, para para el bienestar del cuerpo; otros, para la propia vida. De modo que, si los conocemos bien, sabremos relacionar cada elección o cada negativa con la salud del cuerpo o la tranquilidad del alma, ya que éste es el objetivo de una vida feliz, y con vistas a él realizamos todos nuestros actos, para no sufrir ni sentir turbación.
Epicuro, Carta a Meneceo
¡Cuán poco se necesita para colmar las necesidades de la naturaleza! ¡Y, en vista del placer, qué comparación entre la gratuita satisfacción de la conversación, de la sociedad, del estudio, y aun de la salud y de las bellezas comunes de la naturaleza, pero sobre todo de la tranquila reflexión sobre la propia conducta, qué comparación, digo, entre éstas y las afiebradas y vanas diversiones del lujo y del derroche! Los placeres naturales verdaderamente no tienen precio, tanto porque están por debajo de lo que cuesta obtenerlos cuanto porque están por encima de todo precio, debido al goce que proporcionan.
David Hume, Investigación sobre la moral
Suscribirse a:
Entradas (Atom)