Un día empuja a otro día; las nuevas lunas surgen y desaparecen; mas tú, cercano a la muerte, ordenas labrar los mármoles y con ellos levantas suntuosas edificaciones, olvidándote del sepulcro.
Quinto Horacio Flaco, Odas
¿Confiésalo Cartago, y tú lo ignoras?
Peligro corres, Licio, si porfías
en seguir sombras y abrazar engaños.
Mal te perdonarán a ti las horas;
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.
Luid de Góngora y Argote, De la brevedad engañosa de la vida
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