domingo, 5 de abril de 2015

Indisciplina estudiantil


Salido [Alcibíades] ya de la edad pueril, fue a la escuela de un maestro de primeras letras, y le pidió algún libro de Homero; mas como respondió que nada de Homero tenía, le dio una puñalada y se marchó. 
Mestrio Plutarco, Vida de Alcibíades

En la casa de sus huéspedes jamás se consiguió sentarlo a la mesa común; en la escuela era altivo, huraño, y solitario; no se mezclaba con los demás niños sino para acaudillarlos en actos de rebelión y para darles de golpes. El maestro, cansado de luchar con este carácter indomable, se provee una vez de un látigo nuevo y duro, y enseñándolo a los niños, aterrados, "éste es -les dice- para estrenarlo en Facundo". Facundo, de edad de once años, oye esta amenaza y al día siguiente la pone a prueba. No sabe la lección, pero pide al maestro que se la tome en persona, porque el pasante lo quiere mal. El maestro condesciende; Facundo comete un error, comete dos; tres, cuatro; entonces el maestro hace uso del látigo; y Facundo, que todo lo ha calculado, hasta la debilidad de la silla en que su maestro está sentado, dale una bofetada, vuélcalo de espaldas, y entre el alboroto que esta escena suscita, toma la calle y va a esconderse en ciertos parrones de una viña, de donde no se lo saca sino después de tres días. ¿No era ya el caudillo que va a desafiar más tarde a la sociedad entera? 
Domingo Faustino Sarmiento, Facundo


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