Promesa solemne.- Prometo no leer nunca a los autores que dan a entender que han querido hacer un libro. No leeré más que a aquellos cuyas ideas formen impensadamente un libro.
Friedrich Nietzsche, El viajero y su sombra, 121
Cuando pienso para mí mismo, sin querer escribir un libro, salto en torno al tema; esta es la única manera de pensar que me resulta natural. Obligarme a pensar consecuentemente, en serie, es un tormento para mí. ¿Acaso debiera intentarlo siquiera?
Ludwig Wittgenstein, Aforismos: Cultura y valor, 156
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